El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer Trabajadora como forma de reivindicar su rol en la sociedad. Por esto, hoy queremos hacer una reflexión en torno a lo que significa el trabajo del cuidado no remunerado y cómo este afecta a las mujeres.
El trabajo del cuidado no remunerado se refiere a todas las actividades que generalmente realizan las mujeres en el hogar, y que se asocian a la provisión de alimento, abrigo, salud, limpieza, crianza y enseñanza a niños y niñas, cuidado a adultos y adultas mayores, entre otras. Este trabajo, usualmente es considerado como una actividad que las mujeres deben realizar para cumplir su rol de género y qué, además, no debe ser pago porque es su deber.
Es decir, que por el solo hecho de ser mujeres es su responsabilidad ocuparse de esas tareas. Sin embargo, el trabajo del cuidado debe ser visto primero como una actividad que debería ser paga, ya que contribuye al desarrollo de la fuerza laboral, así como el desarrollo de las familias y las comunidades. Y segundo, como una actividad en la que hombres y mujeres son corresponsables.
El trabajo del cuidado no remunerado, hace que las mujeres tengan que dedicar más tiempo al hogar y tengan menos tiempo disponible para encontrar trabajo pago, para estudiar o para divertirse. A esto se le conoce como «pobreza de tiempo». Cuando una persona está en situación de pobreza de tiempo quiere decir que las 24 horas del día no le alcanzan para hacer todo lo que quisiera hacer, por ejemplo: estudiar, dedicarse a actividades de desarrollo personal y disfrutar de actividades de recreación.
¿Qué podemos hacer para mejorar las condiciones de las mujeres?
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