- A pesar de los avances históricos en materia de reivindicación de los derechos de las mujeres, la violencia de género sigue siendo una realidad alarmante en Colombia, especialmente en las zonas rurales.
- A través del proyecto Vamos Tejiendo financiado por USDOL, se están llevando a cabo iniciativas en Antioquia y Cundinamarca que buscan empoderar a las mujeres rurales, promoviendo su autonomía económica, la participación ciudadana y la reivindicación de sus derechos.
- En el marco del 25N y los 16 días de activismo, se hace un llamado a reconocer y atender las necesidades específicas de las mujeres rurales y a asumir una responsabilidad colectiva en la erradicación de las violencias contra las mujeres.
En el marco de los 16 días de activismo que acoge el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres (25 de noviembre), es crucial reflexionar sobre la alarmante situación de violencia de género en Colombia. En un país donde cada 33 minutos una mujer sufre violencia intrafamiliar y un feminicidio ocurre cada 18 horas, las mujeres rurales se encuentran en una situación aún más precaria, enfrentando no solo la violencia física y psicológica, sino también la invisibilidad y la falta de acceso a recursos y oportunidades.
En un análisis realizado por OXFAM, el 31.3% de las trabajadoras agrícolas en Colombia son consideradas ayudantes sin salario, y solo el 26% de las mujeres tienen titularidad sobre las tierras que trabajan. La falta de reconocimiento del trabajo productivo de las mujeres rurales, como las labores en huertas o el cuidado de animales, es una forma de violencia simbólica que perpetúa su subordinación y marginalización.
Ante este contexto, el proyecto Vamos Tejiendo, implementado por Pact Colombia desde 2020 y financiado por el Departamento de Trabajo de Estados Unidos (USDOL), busca impulsar el empoderamiento de las mujeres en Antioquia y Cundinamarca, brindándoles las herramientas necesarias para transformar sus realidades y construir un futuro libre de violencias. Tomando como base el sector de la Panela de los municipios de San Roque y Yolombó en Antioquia y la cadena de flores en municipios de la Sabana de Occidente en Cundinamarca, VT partió de procesos investigativos para profundizar en las realidades mismas de los territorios, y a través de los hallazgos y recomendaciones ha fortalecido las capacidades de las mujeres para que las decisiones que impactan su desarrollo y su futuro surjan de su propia participación y agenciamiento.
“Hemos trabajado con más de 2134 mujeres hasta octubre del 2024, de estas 128 con procesos de empoderamiento económico y emprendimientos. Hemos trabajado en diferentes dimensiones de las mujeres; en su dimensión individual, en sus habilidades técnicas, de comunicaciones, de participación. También hemos trabajado en el ámbito familiar para buscar un mayor equilibrio en las actividades del cuidado y en sus ámbitos laborales y comunitarios”, mencionó Patricia Henao, directora de Pact Colombia y del proyecto Vamos Tejiendo.
En el estudio concerniente al sector de la panela, fue posible evidenciar que dicha industria enfrenta grandes desafíos relacionados con la informalidad y la precariedad laboral, especialmente para las mujeres, quienes a menudo trabajan en condiciones que no cumplen con los estándares de un empleo decente, experimentando brechas salariales significativas y jornadas laborales extensas que se combinan con responsabilidades domésticas y comunitarias.
Como respuesta a estos hallazgos, Vamos Tejiendo ha venido implementado diversas acciones centradas brindarles múltiples herramientas a las mujeres del sector las cuales incluyen capacitación en buenas prácticas laborales con enfoque de género, diagnósticos empresariales, y la creación de planes de equilibrio entre la vida laboral y personal. Además, se ha trabajado en el diseño de huertas agroecológicas en las fincas de las mujeres, promoviendo la soberanía alimentaria y la generación de ingresos adicionales.
Entre los grandes logros de este 2024 se destacan avances significativos en el empoderamiento de mujeres. Se realizaron talleres de finanzas personales que beneficiaron a 265 participantes, y se apoyó la creación de huertas familiares, promoviendo el autoconsumo y el ahorro. Se fortaleció la Tienda de la Mujer Yolombó como espacio comercial para mujeres emprendedoras.
Adicionalmente, en alianza con la corporación Molienda real, dedicada a la comercialización de productos orgánicos, se brindaron recursos, insumos y acompañamiento técnico para que las mujeres generaran su propio cultivo de jengibre y durante el mes de octubre obtuvieron su primera cosecha de una tonelada de semilla y están próximas a iniciar su proceso de comercialización. En otra articulación entre MR y Ecodula (Empresa Comunitaria Mi Dulce Labor de San Roque), promovida por Vamos Tejiendo, se aseguró la compra de las primeras 20 toneladas de panela para el mercado internacional en agosto, específicamente para España, en un formato convencional. Este acuerdo representa una oportunidad significativa para la empresa, brindando la posibilidad de establecer un cliente recurrente, lo cual mejoraría enormemente el flujo de caja, un tema crítico que ha afectado anteriormente a la organización.
Cabe destacar que por primera vez y tras el proceso desarrollado por Vamos Tejiendo, Ecodula cuenta con una gerenta mujer. “Yo le agradezco a Vamos Tejiendo por la labor que han hecho tanto conmigo como con muchas compañeras porque aquí también hay unas compañeras que ya están produciendo panela de sabores, capuchino. Han hecho una labor muy bonita con las mujeres de aquí de la región”, menciona Diana Pulgarín.
Por otro lado, se realizó otra investigación para examinar las condiciones laborales de las mujeres y adolescentes que trabajan en la cadena de valor de las flores en Cundinamarca. A pesar de que las flores ocupan el segundo lugar como el producto de mayor exportación agrícola de Colombia y genera casi 200,000 empleos, enfrenta también brechas en términos de derechos laborales. Aproximadamente el 68% de la fuerza laboral del sector son mujeres, quienes se enfrentan a condiciones que limitan el goce de sus derechos, así como a prácticas laborales que perpetúan la informalidad y la precariedad.
Como respuesta a estos hallazgos, Vamos Tejiendo ha implementado una serie de acciones orientadas a impulsar la reivindicación de derechos de las mujeres y mejorar las condiciones de trabajo en la industria floricultora en municipios como Facatativá, Madrid, Mosquera y El Rosal de Cundinamarca y en La Ceja Antioquia.
El proyecto ha logrado avances significativos en este sector en relación con la promoción de la equidad de género y el empoderamiento de las mujeres. Se estableció el apoyo a la Mesa Interinstitucional del Sector Floricultor, facilitando la creación de espacios de trabajo decentes para las mujeres; y empresas como Sunshine Bouquet, Agrícola Lumer, Jardines de San Nicolás y Lolita Flores adoptaron buenas prácticas internas. Se llevaron a cabo talleres de formación y sensibilización para comités de convivencia laboral, así como capacitaciones en habilidades para la vida para círculos de mujeres, enfocados en la prevención de violencias basadas en género. Además, el proyecto ha trabajado en fortalecer la Red Popular de Mujeres de la Sabana, garantizando que las voces de las mujeres sean escuchadas en los planes de desarrollo municipal. Con un enfoque integral, Vamos Tejiendo ha venido buscando propiciar procesos formativos y la puesta en marcha de acompañamiento técnico para que las mujeres aboguen por una agenda de género y fomenten un entorno laboral donde se respeten y protejan sus derechos.
Juanita Rubio, participante del proyecto a través del Círculo de Mujeres de Madrid, Cundinamarca, señala que el proyecto la ha ayudado a crecer profesional y personalmente y destaca “he tenido la oportunidad de capacitarme, de estar en el entorno social y político del territorio en el que vivo y eso genera empoderamiento, dejar a un lado muchos miedos, también participar para ayudar en el entorno social a la comunidad y eso me hace muy feliz”.
A través de la capacitación y el fortalecimiento de redes de apoyo, el proyecto trabaja para transformar la vida de las mujeres rurales, fomentando un futuro donde puedan vivir libres de violencia y con oportunidades de desarrollo. Es esencial continuar asumiendo un compromiso colectivo por un presente y un futuro donde ninguna mujer, en ninguna circunstancia, tenga que enfrentarse sola a las múltiples violencias en su contra. A través de iniciativas como Vamos Tejiendo, se promueve un entorno de apoyo y empoderamiento que busca cerrar brechas y asegurar que todas las voces sean escuchadas y respetadas.