Se trata de una iniciativa para el buen uso del tiempo libre y la prevención del trabajo infantil implementada gracias a una alianza entre sociedad civil, cooperación internacional y gobiernos locales.
Más de 200 niñas y niños de Barranco de Loba y San Martín de Loba, Sur de Bolívar, han iniciado estudios musicales para aprender a tocar acordeón, guacharaca y caja como estrategia para la prevención y mitigación del trabajo infantil y otras condiciones inaceptables de trabajo, especialmente en pequeñas y medianas minas de oro, sector agrícola, pesca y ganadería.
Se trata de la iniciativa Música para prevenir el trabajo infantil, implementada por la Red de Solidaridad Pilares, con el apoyo de Pact Inc. y fondos del Departamento de Trabajo de Estados Unidos (USDOL), que inicialmente se había propuesto formar a 100 niñas y niños y hasta la fecha a llegado a más del doble gracias al carácter incluyente y creativo de la música.
Este proyecto surgió como una respuesta de la sociedad civil para mitigar las tasas de trabajo infantil que se presentan en la región. Según reporta el Sistema de Información Integrado para la Identificación, Registro y Caracterización del Trabajo Infantil y sus Peores Formas (SIRITI), Bolívar es el segundo departamento con mayor tasa de trabajo infantil o de niñez en situación de riesgo: 1.983 casos identificados a diciembre de 2021, de los cuales 955 corresponden a peores formas de trabajo infantil, que incluye a las labores de minería.
Dicho dato coincide con los del Instituto Nacional de Bienestar Familiar (ICBF), donde se reporta que a octubre de 2021 han recibido a 311 niñas y niños de Bolívar a través de proceso administrativo para el restablecimiento de derechos por trabajo infantil; ubicando al departamento en tercera posición a nivel nacional.
“Nosotros ya habíamos identificado que esta es una de las problemáticas que vive el territorio y por eso incluimos un componente para prevenirla y mitigarla dentro del Plan de Desarrollo Municipal”, afirmó Manuel Ramos Bayter, Alcalde de Barranco de Loba, entidad que se sumó a la iniciativa con más de $22.000.000 de pesos. “Sabemos que la música, sobre todo cuando se trata de algo tan fuertemente arraigado a nuestra cultura como el vallenato, engancha a la niñez y nos permite sacarlos de entornos difíciles”, dijo.
De hecho, la Comisaria de Familia de San Martín de Loba, Laura Molina Fajardo, explicó que tras la pandemia por Covid 19 se ha hecho más necesario contar con este tipo de proyectos, pues “a los riesgos ya conocidos del municipio como matrimonios y embarazos a temprana edad, reclutamiento para actividades ilícitas y violencia intrafamiliar, se ha sumado la ausencia de espacios para el buen uso del tiempo libre pues los colegios no han retornado a la presencialidad completa y aunque muchos niños y niñas aparecen matriculados, en la práctica es difícil saber cómo utilizan realmente el tiempo”.
Según explicó el Alcalde de Barranco de Loba, “la deserción escolar es el primer riesgo que sufren las niñas y niños. Lo segundo es el tema del acceso a las drogas y alcohol pues cuentan con dinero para ello proveniente del trabajo infantil, además de la posibilidad de prostitución y el reclutamiento por parte de grupos armados que ocasionalmente están ingresando al municipio, de forma que esta alianza con la Red Pilares nos ayuda a fortalecer estrategias desde distintos ángulos”.
Para implementar este proyecto, la Red Pilares Sur de Bolívar recibió fondos del proyecto Pilares y de la Alcaldía de Barraco de Loba para la compra de equipos, materiales de estudio, pago de docentes y traslados a zonas rurales y veredas alejadas de los cascos urbanos, donde se encuentra más de 50% de las niñas y niños que actualmente toman clases.
“Ahora el gran reto es lograr que esta iniciativa se haga sostenible a largo plazo y que logre mitigar el trabajo infantil en la región”, concluyó Felipe Chaparro, Director del proyecto Pilares en Pact Inc., quien además recalcó que “eso solo será posible si la Red de Solidaridad sigue trabajando de manera articulada con las alcaldías con los gobiernos departamentales y nacional y con entidades de cooperación internacional, pues ya cuentan con los conocimientos y las herramientas para seguir transformando prácticas negativas como el trabajo infantil y sus peores formas”.