AMOY es una organización de mujeres líderes que trabaja por la soberanía alimentaria, la protección del medio ambiente y la prevención de violencias contra las mujeres en el municipio de Yolombó en Antioquia. Vamos Tejiendo se une a ellas para que se conviertan en replicadoras de sus saberes para las mujeres paneleras del municipio.
Ismenia es una mujer líder que trabaja por la defensa del medio ambiente a través de la promoción de prácticas agroecológicas como mecanismo para obtener la soberanía alimentaria de los hogares y la autonomía económica de las mujeres. Hace parte de la Asociación de Mujeres Organizadas de Yolombó AMOY y junto a ellas lleva cerca de 25 años de activismo. Lo que la impulsó a vincularse a la Asociación fue la búsqueda constante de su libertad y autonomía y la preocupación porque su familia tuviera una mejor alimentación: “tener algo sembrado hace que uno tenga autonomía económica y de todo en la vida porque ya tiene libertad, eso fue lo que hizo la agroecología por nosotras, nos dio la libertad”
Ismenia junto al resto de integrantes de AMOY, ha logrado consolidar desde 1992 una red de mujeres autónomas que cuidan el medio ambiente, siembran sus propios alimentos y que, han aumentado su poder de negociación en las familias. Ismenia sueña con seguir enseñando lo que sabe a otras personas y con recoger todo su conocimiento y el de sus compañeras en una guía de prácticas agroecológicas y de autonomía económica para las mujeres.
Por esto, el proyecto Vamos Tejiendo financiado por el Departamento de Trabajo de los Estados Unidos e implementado por Pact se suma como aliado de AMOY para que, por primera vez en 30 años, esta organización de mujeres logre materializar sus conocimientos en una guía pedagógica que hará parte del programa de formación que tiene Vamos Tejiendo para las mujeres que hacen parte de la cadena de valor de la Panela en los municipios de Yolombó y San Roque. “La idea es que estas mujeres que trabajan en las veredas aprendan cosas diferentes a la siembra de panela que les pueden servir para su vida personal y familiar, eso también está dentro de nuestros objetivos, enseñar a otras y otros lo que nosotras sabemos en cuanto a la agroecología” Ismenia Ospina. Vamos Tejiendo a través de AMOY, espera capacitar a cerca de 100 mujeres en prácticas agroecológicas, protección del medio ambiente y mejoramiento de la dieta alimenticia de las familias.
De esta manera, Vamos Tejiendo contribuye a que las mujeres de AMOY se conviertan en socias multiplicadoras de su conocimiento y permitan que más mujeres y familias generen entornos seguros en los que se proteja el ambiente, se fortalezcan los medios de vida de las mujeres y sobre todo, se promueva la autonomía económica de las mujeres como vehículo para el alcance de la libertad y la garantía plena de sus derechos.
De la agroecología al poder de negociación en los hogares
El municipio de Yolombó se encuentra en el Nordeste del Departamento de Antioquia y es conocido por la producción mayoritaria de caña panelera y café. Por esta razón, en las casas de la mayoría de habitantes solo hay monocultivos de estos productos y la propiedad de la tierra está bajo titularidad de los hombres.
Las mujeres de AMOY vieron un potencial de cambio en esta práctica motivadas por la búsqueda de su autonomía y libertad “Al principio fue muy difícil sembrar, pues usualmente los hombres nos decían qué era lo que debíamos sembrar, entonces nosotras teníamos que ir al pueblo a comprar algo que podríamos sembrar en las huertas como el tomate o la cebolla…finalmente nos tocó negociar con los esposos para que nos dejaran sembrar la tierra” Sofía Arroyave, integrante de AMOY.
Actualmente las mujeres tienen múltiples cultivos de hortalizas como el tomate, cebolla, pimentón, lechuga, repollo; frutas como el lulo, naranja y piña, y plantas aromáticas como la menta, el laurel y el orégano. La siembra de algunas especies de árboles en sus fincas ha permitido recuperar fuentes de agua y mejorar la calidad de los suelos que se habían visto afectados por el monocultivo de caña y café. Esta diversidad de cultivos ha permitido que animales polinizadores, aves y otras especies retornen al municipio: “Mi huerta antes era un espacio en el que se depositaba la basura del municipio, yo decidí recuperarlo y gracias a esa reforestación, tenemos ardillas, armadillos y cerca de 120 especies de aves que transitan en este territorio”. Ismenia Ospina, integrante AMOY.
Las mujeres de AMOY cuentan con cultivos y también con animales como gallinas, pollos, cerdos, conejos, entre otros. Esto lo utilizan principalmente para el consumo de sus familias y para diversificar la dieta en los hogares. El excedente lo intercambian con otras mujeres de la organización o lo transforman en productos con valor agregado como curry, pesto, salsas, vino y aceites que pueden comercializar mejor y a un mayor precio en los mercados campesinos. Del dinero que recogen una parte es para sus gastos familiares y la otra es para el financiamiento de la organización. Esto les ha permitido tener autonomía en dos niveles: en los hogares y con los esposos porque ya pueden realizar un aporte económico, y en lo social porque no reciben financiación de partidos políticos o instituciones religiosas. Esto les brinda libertad y poder decisión en dos escenarios que históricamente han sido liderados por hombres.